Saludos a todos damas y caballeros, aquí me tienen de vuelta. Así que sin más dilación ni demora, vayamos con la cuestión que nos ocupa: Uno de los jugadores de la partida de D&D que estamos jugando, ha escogido una clase de prestigio, el Danzarín Sombrío, una clase que siempre he querido ver en acción, pero que no encajaba demasiado con el trasfondo de la partida ni con la senda que estaba siguiendo el personaje en cuestión. Así que hemos decidido darle unos cuantos retoques, para adaptarlo al Condado de Crune, a ver que os parece. Si por algún remoto casual os gusta y lo queréis usar,ya sabéis, con cambiar cuatro nombres, listo.Hablando de nombres, se lo hemos cambiado también, que ya que estamos, retocamos. Os explico lo que hemos hecho con las Sombras de Samael. La base de reglas es casi exactamente la misma que la del Danzarín Sombrío,lo que cambia principalmente es el trasfondo que rodea a esta clase de prestigio. Con el reajuste, un Sombra de Samael, sería un miembro de élite en un gremio de ladrones/asesinos de mi escenario de juego, "Los samaelitas". El único cambio a nivel de reglas que hemos hecho ha sido en los prerrequisitos, eliminando Interpretar danza(5 rangos), y colocando en su lugar Engañar( 7 rangos.)Eso por lo que respecta a las reglas en los prerrequisitos, por trasfondo hemos añadido que el iniciado también debe superar el ritual del Sharu-düar, o inmersión sombría, que luego os explico.
(Donde pone Danzarín sombrio, recorte por la línea de puntos y coloque esto, después ya, cuando lleguen las estadísticas, circule con normalidad.)
(Donde pone Danzarín sombrio, recorte por la línea de puntos y coloque esto, después ya, cuando lleguen las estadísticas, circule con normalidad.)
Las Sombras de Samael:
Existe un antiguo proverbio en el dogma de los ladrones del gremio de los Samaelitas, que dice que "Un ladrón jamás será perfecto en su arte si no corren las sombras por sus venas". Envuelto en secretismo, es transmitido de un líder del gremio a su sucesor, el ritual del Sharu-düar, la posibilidad real de que las sombras sean uno con un ser vivo. Sólo aquellos que sean dignos a los ojos del señor del gremio podrán iniciarse en los misterios de la inmersión sombría. Puesto que el ritual es costoso y no exento de riesgos, muy pocos son los propuestos para convertirse en una Sombra de Samael, los pocos que superen la prueba, serán el arma ejecutora más perfecta del arsenal de los samaelitas.Pero antes de que llegue el ritual, serán entrenados concienzudamente por el maestro del gremio Samael en persona, que incrementará sus habilidades hasta límites insospechados. Serán puestos a prueba en las condiciones más adversas, a fin de probar sus aptitudes,con encargos tales como infiltrarse sin ser visto de los calabozos de la guardia, sólo para acabar dejando un aviso con amenazas al alcaide. O intentar ganar el favor carnal de alguna influyente dama, para después sustraer en secreto documentos de su no menos influyente marido.
Si no han acabado en los calabozos durante el entrenamiento, Samael los preparará para el último ritual a superar: La inmersión sombría. Los candidatos serán inducidos en un trance mediante potentes narcóticos, y poderosos conjuros serán lanzados para llamar a los espíritus de los muertos, que yacen en el plano de la Sombra. Serán estas almas en pena quienes brindarán la parte clave del ritual, la esencia pura del plano de la Sombra, de esta esencia beberán los iniciados, que poco a poco se sumirán en un profundo letargo del que muy pocos despiertan. Durante este proceso, la esencia de la Sombra se fundirá con el iniciado, enviando parte de su alma al plano sombrío. El proceso de arrancar parte del alma del sujeto es demasiado para muchos,y es aquí donde las almas de los débiles son completamente despojadas de su cuerpo por los espíritus, para morar por siempre en el plano de la Sombra. Los que despierten, ya no pertenecerán nunca por completo a este mundo ni al otro, serán criaturas vivas imbuidas del plano de la Sombra. Habrán renacido como sombras de Samael, adquiriendo unas habilidades únicas, que les permitirán elevar el arte del sigilo, el robo o el asesinato hasta la perfección.
Si no han acabado en los calabozos durante el entrenamiento, Samael los preparará para el último ritual a superar: La inmersión sombría. Los candidatos serán inducidos en un trance mediante potentes narcóticos, y poderosos conjuros serán lanzados para llamar a los espíritus de los muertos, que yacen en el plano de la Sombra. Serán estas almas en pena quienes brindarán la parte clave del ritual, la esencia pura del plano de la Sombra, de esta esencia beberán los iniciados, que poco a poco se sumirán en un profundo letargo del que muy pocos despiertan. Durante este proceso, la esencia de la Sombra se fundirá con el iniciado, enviando parte de su alma al plano sombrío. El proceso de arrancar parte del alma del sujeto es demasiado para muchos,y es aquí donde las almas de los débiles son completamente despojadas de su cuerpo por los espíritus, para morar por siempre en el plano de la Sombra. Los que despierten, ya no pertenecerán nunca por completo a este mundo ni al otro, serán criaturas vivas imbuidas del plano de la Sombra. Habrán renacido como sombras de Samael, adquiriendo unas habilidades únicas, que les permitirán elevar el arte del sigilo, el robo o el asesinato hasta la perfección.
Nota: El ritual del Sharu-düar debería ser, pienso yo, una situación encarada al roleo, en el que incidáis más en como es el proceso, recreándoos en lo drogados que están, como perciben a los espíritus sombrios y si queréis, pues les metéis un poco de miedo, por qué no. Quizá para darle un aire más oficioso, le haría tirar por Voluntad a una CD decente, y si no la superan, vosotros decidís, o lo mandáis al plano de la sombra y fue bonito mientras duró, o desarrolláis vuestra maligna creatividad generando efectos adversos cuando use sus nuevas habilidades.
