En una noche estrellada en el corazón de la montaña...

¿Cómo?¿Que llaman a la puerta dices?Pero eso no puede ser...bueno, iré a abrir de todos modos.

¡Hombre, si tenemos visitas!Pasa pasa, acércate, que hemos encendido un fuego, no calienta mucho porque Hunny es un haragán y yo estoy con mis escritos, pero a buen seguro lo encontrarás agradable.

  

¡Pasa, pasa, que no mordemos!

Me he retirado a esta cabaña para poder escribir sobre aquellas cosas que considero interesantes, a veces habrás oído hablar de ellas, otras tantas no, pero siempre aporto mi visión personal sobre éste o aquel tema.

¿Que quien soy y sobre qué hablo, dices? Pues Midas es mi nombre, y hablar...pues de rol, de que va a ser. Si uno se retira a una confortable cabaña como ésta no será para hacer diatribas sobre la naturaleza humana...

Puedes quedarte por aquí el tiempo que quieras, hay sitio en abundancia, y en cuanto a mis escritos, estaré más que agradecido si aportas tu opinión sobre ellos.

La verdad es que me retiré a esta humilde choza para hallar algo de paz, poder escribir tranquilo, y disfrutar de mi estancia aquí. Y también, por que no,para pasar alguna velada interesante si alguien se acercaba por estos lares, como es tu caso.

Sea pues, te doy la bienvenida a mis dominios, a esta pequeña choza donde charlaremos sobre temas roleros, toma asiento, que justamente tengo un texto por aquí...

Romper una lanza por los masters improvisativos.

He leído varios artículos roleros referentes a las clasificaciones de los Masters, muchos de ellos clasifican las clases más comunes, incidiendo más o menos en cada categoría. Pero hay una que recibe más palos que ninguna otra: Los másters improvisadores. Sí, ya sabéis, esos haraganes que no se preparan nada antes de la partida, ni hacen mapas, ni ná de ná. Imagino que los que han escrito esos artículos quizá formen parte del otro extremo, de los que compran su papel milimetrado de un color determinado, y colocan los lápices por orden de mina.

Me refiero a este tema porque en todos estos textos leo más o menos “descalificaciones”, por llamarlo de alguna manera, hacia este tipo de másters, los improvisadores.

Pues queridos lectores, que querréis que os diga, soy uno de ellos, me descubro ante ustedes como un máster improvisador, un haragán dirán unos, pues que les voy a decir, yo no lo considero así.

    ¡Huya señora!¡Llegaron los masters improvisadores a la ciudad!

Yo pienso que manejamos mejor las ideas,pienso que el resto de las cosas son meramente opcionales: mapas, tablas de estadísticas, o la música(Ésta para mí es la más opcional de todas). Lo único que hace falta en esto es imaginación y saber llegar a tus jugadores. Yo les confieso que comencé una partida hace algún tiempo, de la cual preparé el principio por escrito, pero el resto, estaba en mi propia cabeza. Tres o cuatro ideas principales, y el resto a desarrollarlo en la propia partida.Y parece que  fue ayer, pero esa patida ha durado un año y medio.

Si tienes confianza en ti mismo, son todo ventajas, porque a tus jugadores les costará infinitamente más tirar al traste ese momento crucial de tu partida sólo porque ellos tomen la decisión equivocada, si funcionas sobre la marcha, al menos para mí, todo es muchísimo más fácil.

No preparar una partida tampoco es una tragedia, sólo hace falta tener algo de memoria a corto plazo y una buena imaginación para salir del paso a cada cosa. Por ejemplo, en una fase de una de mis partidas, me presenté en la misma con un mapa de una ciudad dibujado por mí (me quise dar un caprichito dibujando,sin el mapa hubiera sido lo mismo) y con la idea firme que la gobernaba una vampira. A partir de ahí empecé a crear una atmósfera decadente, con gente resignada a su destino y empecé a dirigir a los jugadores conforme me inventaba la trama, todo ello, como digo, sobre la marcha. ¿Y sabéis que?Todos mis jugadores, alguno que otro veterano de los buenos, se lo pasaron puñeteramente bien. En aquella noche y las dos siguientes, anduvieron rastreando por los tejados de la ciudad a un licántropo elfo sanguinario para obtener información sobre las defensas del palacio, entraron en mansiones donde se celebraban grandes fiestas con peligrosos enigmas,resolvieron tramas de asesinato. E incluso uno de los personajes disfrutó de la paliza que le propinaron unos enanos desharrapados por dejar el dinero cerca y hacer las preguntas equivocadas.

Por eso les digo señores, que no somos tan malos, que podemos preparárnoslo menos, si, pero que igualmente salen muy buenas partidas improvisando. La verdad, la intención de este escrito es simplemente comentar este hecho, no se si os cuadrará o no, pero si no lo decía reventaba. Somos tan buenos como los másters metódicos que lo apuntan todo, solo que nos gusta jugar un poco más en el alambre.

Gracias a todos por hacer de esta pequeña choza un lugar en el que reposar, aunque sólo sea un instante.